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Julio César Pérez: un arquitecto ariguanabense en Harvard

Julio César Pérez: un arquitecto ariguanabense en Harvard

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POR Denys San Jorge Rodríguez

Hace un tiempo atrás en Tecate, México, el crítico de arte Nelson Herrera Ysla me habló una noche sobre el destacado arquitecto ariguanabense, Julio César Pérez Hernández (1957). Hasta ese momento no lo conocía. Después el pintor e ilustrador Roberto Conde Herrera, me habló un día de “su amigo” el arquitecto Julio César y me mostró el libro Inside Cuba, que este le había obsequiado y me comentó con orgullo, como muchos otros me han expresado: ¡Julio Césares un arquitecto ariguanabense en Harvard! Hace unos meses alguien me comentó que Julio Cesar era algo parecido así a un “cuarto bate” dentro de la arquitectura cubana actual. Era verdad.

Inside Cuba, publicado por la Editorial Taschen en 2006 muestra toda una Cuba ecléctica y Julio César al crear este proyecto, sabe que Cuba tiene un eclecticismo increíble y una arquitectura que se debe preservar, tal como hace el ilustrador Conde en sus acuarelas y plumillas.

Sabe que, en sus ciudades y pueblos más remotos, como San Antonio de los Baños, puede aún hoy apreciarse la huella imperecedera de un urbanismo ejemplar de siglos pasados legado por una monarquía criolla y española que antecedió al elevado esplendor arquitectónico alcanzado por la Isla en el Siglo XX, donde perduran hoy viejos muros de mampuestos y ladrillos, con diferentes tipos de arcos y columnas que soportan cubiertas de tejas francesas y criollas de casas e iglesias, de variados estilos: desde el más absoluto vernáculo, pasando por el Barroco y el Neoclásico, hasta el balloomframe de las casas de madera de influencia Norteamericana, y los edificios de estilo Art Déco y Moderno, junto con calles reales y plazas.

Tanto en la capital cubana como en ciertos pueblos como San Antonio de los Baños y parte de aquel famoso Hato del Ariguanabo, sitio de grandes hacendados y villas de Marqueses, y en lugares tan emblemáticos como el Cafetal Taoro en Bauta, o el Angerona en Artemisa, ubicados en la periferia, pero igualmente de un encanto tremendo, cada día contemplo como la desidia más agresiva se apodera de muchas de estas edificaciones.

Con tristeza y pena se observan en estas viejas edificaciones, árboles y raíces que crecen sobre sus tejados y balcones incidiendo en su avanzado deterioro. Este patrimonio arquitectónico atestigua la gloria de épocas pasadas y la persistente memoria de siglos que se obstina en permanecer contra todos los vientos, pero que se arriesga a enviar un adiós desolador al futuro.

En Estampas Antiguas de San Antonio de los Baños, su autor el historiador Julián Vivanco, nos muestra ese esplendor arquitectónico que nacía en la antigua villa de San Antonio Abad. También el doctor en teología y pastor Rev. Abiel Abbot, de Massachusetts, quedó maravillado en su peregrinar por la antigua villa y dejó constancia de su admiración por ella en sus célebres “Cartas” de 1829.

Bien lo sabe Julio César, devenido primer y único Loeb Fellow Cubano de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Harvard en los Estados Unidos en 2002 y luego Catedrático Invitado de esta en 2013, quien se graduó de la Escuela de Arquitectura de La Habana, y es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y quienes autor de “Un Plan Maestro para La Habana del Siglo 21”,además del libro Inside Havana,publicado también por la Editorial Taschen en 2011y merecedor además de disímiles e importantes premios nacionales e internacionales como el Cuban ArtistsFund en 2003 por su proyecto urbano y paisajístico “Paseo Urbano en las Márgenes del Río Ariguanabo” y por su proyecto “Arcadia”, una nueva comunidad en las afueras de San Antonio, en 1987.

Julio Cesar, tú sabes que la Villa de San Antonio de los Baños, fundada en 1794, por el Marques de Monte Hermoso, es un pueblo sui generis con sus edificios de paredes de piedra y barro, con tejados rojizos, que en la actualidad se encuentra bastante maltrecho. ¿No te has propuesto ningún proyecto de rescate sobre la Arquitectura en tu pueblo natal?  

Soy autor de un Plan Maestro para San Antonio de los Baños (1994) que abarca:

Un nuevo aeropuerto internacional con una Terminal Intermodal en el aeródromo militar o Base Aérea de SAB.

La limpieza, preservación y rescate del Río Ariguanabo y su bosque y un Paseo para Las Márgenes del Río Ariguanabo.

La Rehabilitación Urbana del Centro Histórico-Urbano

Una nueva comunidad: ¨Arcadia¨, proyecto urbano premiado en 1987 a nivel nacional e internacional frente a la Laguna Ariguanabo.

A lo largo de 30 años he realizado proyectos para el rescate de San Antonio, de su urbanismo y de su arquitectura: proyectos de Renovación Urbana, de Rehabilitación Urbana, de Restauración (desde 1987) y de nuevas edificaciones que se inspiran en la esencia y el espíritu de la arquitectura tradicional y los rasgos más sobresalientes de esta, aunque expresan de modo contemporáneo la visión artística del autor. Los proyectos sintetizan y expresan, además, la preocupación genuina por salvaguardar el ámbito urbano, el entorno idílico del río y su bosque yde algunas edificaciones relevantes que son hitos a nivel urbano.

Esto, paralelamente con otros proyectos para otros lugares de Cuba, España y Estados Unidos y junto con la enseñanza y la investigación.

La arquitectura cubana es muy rica por su gran eclecticismo, con una historia de grandes arquitectos que vinieron en sus distintas épocas a diseñar y a construir. ¿Cómo ves el futuro de la Arquitectura en Cuba de esas localidades como San Antonio de los Baños?

Yo soy un optimista. El futuro de la Arquitectura en Cuba tiene que ser brillante, con mucho trabajo para los arquitectos por la gran necesidad de restaurar, preservar y edificar que se avizora.

 ¿Cómo impedir que ese patrimonio arquitectónico caiga al ocaso?

Primero es necesario conocer la historia y sensibilizar a todos y, luego, concebir planes a corto, mediano y largo plazo. Elaborar proyectos de diferente escala que tengan en cuenta la historia y geografía del lugar, la idiosincrasia particular de sus habitantes y las tradiciones existentes. Y junto con esto es esencial la voluntad política.

Has publicado importantes libros sobre Arquitectura y fotografía de Cuba. ¿Qué impacto tuvieron Inside Havana e Inside Cuba?

Ambos libros tuvieron tal éxito que sus ediciones se agotaron muy rápido. Actualmente trabajo en dos libros para una editorial diferente.

Hace unos meses atrás impartiste según me comentaste una conferencia en la Biblioteca Nacional del Congreso de Estados Unidos, en Washington DC. ¿Cómo ven desde los Estados Unidos la arquitectura que permanece hoy en Cuba?

Los norteamericanos se deslumbran al conocer la arquitectura y el urbanismo cubano. Lo perciben como algo muy singular, perteneciente a una cultura y tradición de gran valor. Valoran el inmenso patrimonio que atesoramos.

¿Próximos proyectos?

Continuar trabajando en distintos proyectos, impartiendo docencia y conferencias y escribiendo

Con su amistad y al ver la pasión que profesa por la arquitectura, recuerdo aquella noche en Tecate cuando oí por primera vez del arquitecto Julio César Pérez y veo siempre como con orgullo muchos ariguanabenses me hablan de este “estelar y cuarto bate” arquitecto que sabe que la arquitectura de su San Antonio de los Baños perdura sin dudas entre el misterio de los anchos muros de piedra y barro que conforman viejas casas criollas, de los grandes puntales y sus grandes fachadas sin portal con tejas francesas, con esas grandes rejas coloniales y donde sus artistas seguirán preservándolo en su arte,para que la desidia no desplace a la memoria.

También muchos otros amigos de esa tierra del Ariguanabo saben del arquitecto y saben también de gloriosas edificaciones de las que no pueden desprenderse, como el amigo ilustrador Roberto Conde, quien dibuja con total esmero y mucha pasión su pueblo natal, y que resguarda como un divino tesoro el libro Inside Cuba, de su amigo el arquitecto Julio Cesar, único arquitecto Cubano que ostenta el título de Loeb Fellow de la Universidad de Harvard en la historia de Cuba.

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En la Biblioteca del Congreso de EE.UU., 2015

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El arquitecto ariguanabense con el Príncipe Charles de Inglaterra en Londres, 2012.

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El arquitecto dando una Conferencia en Berlín, Alemania, 2015.

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Vista Aérea de la zona del parque Maceo en Centro Habana, dentro del “Plan Maestro para La Habana del Siglo 21”.

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Plan Maestro para el Puerto y La Habana del Este, otro de los grandes proyectos incluidos y desarrollados dentro del “Plan Maestro para La Habana del Siglo 21”.

denyssanjorge@gmail.com

Callejón de los Perros/Bauta

Diciembre/2016

 

FOTO 1: El Julio César Pérez Hernández, impartiendo una conferencia en Nápoles, Italia, sobre el “Plan Maestro para La Habana del Siglo 21”, cuando fue Profesor Invitado en la Universidad Federico II para el Curso de Maestría Erasmus MundusMaClands (sobre Paisajes Culturales de la UNESCO).

 

 

¿Callejoperrenses?

¿Callejoperrenses?

14POR Denys San Jorge

En medio de Navidades, recibí un saludo inesperado y muy afectuoso. Mi amigo Franky, desde Canadá mandaba un afectivo abrazo, con un mensaje desde Montreal a mi familia con la cierta ironía que caracteriza su excelente literatura: “abrazos a los callejoperrenses”.Francisco García González (Franky),nunca puede dejar de escribir sin dejar nota de su buen humor y aparte de ser caimitense del poblado de Caimito del Guayabal se nombraba estando aquí con orgullo como un bautense ahí en lo profundo de la Calle Martí, y un día ironizando igual, me dijo que yo vivía en “DogAlley”. Estaba igualmente en lo cierto.

El Callejón de los Perros, era el lugar donde crecí junto a Ediel (El Pulga), Eduardito, Yeney, Mayelín y Ramón (Cajetilla), tambien con Raulito y su hermano Pitico, igual con mi hermano Evelio. “Teóricamente” es mi barrio, mi cuadra o al menos nuestros “ancestros” se la apropiaron cien metros más abajo e hicieron suya. Eso lo sabe desde Barcelona Abilio Estévez, quien tenía su familia ahí en el originario Callejón de los Perros, y también Emilio Ichikawa, en Homestead, Florida, quien nació en esa calle nombrada también en los años 40 como Julio Carrasco, en honor a un poeta nacido en San Juan de los Remedios y en condición de emigrado radicado en Bauta, quien falleciera el 20 de octubre de 1928.

En el Diccionario de la Lengua Española (en su 22.ª edición), de 2001, muestra como el adjetivo gentilicio, es aquel que «denota la procedencia geográfica de las personas». Hipotéticamente El Callejón… era un camino entre palmeras que conducía a la antigua laguna, donde el Marqués de Monte Hermoso tenía su Hato del Ariguanabo, dicen que a inicios de siglo te detenías ahí y solo veías al oeste lo que sería mi cuadra que era solo monte y yerbazales, más allá… no había futuro en aquella bajada, menos procedencia geográfica para identificarse en un gentilicio.

Pero para inicios de la década del cuarenta, del antiguo y verdadero Callejón de los Perros,se desprendieron dos delgadas líneas en forma de calle que era todo un potrerillo formando una manzana. La zona había sido tomada por emigrantes que armaron algún chalet de renta y otros pinareños que llegaron ocupando el potrerillo, armando así ciertas casascon el objetivo de entrar a trabajar como “bautenses”, en la moderna fábrica textil del americano Hedges. Poco después la zona del potrerillo la fueron urbanizando y sus habitantes, no quisieron nombrarse como “potrerillenses”, y comenzaron a nombrarla Callejón de los Perros, sin el consentimiento de los otros de cien metros más arriba.

Cosas del cubaneo y la indisciplina, con aquello lapidario a plan de machete de: “Lo hice porque me dio la gana”. Era verdad. Según en un artículo publicado ahora en la Revista Palabra Nueva, del mes pasado de octubre, cuando publica “¡Oh, la idiosincrasia!”, un texto de año 1949, publicado originalmente en la revista norteamericana Selecciones del Reader´sDigest, nos muestra algo que pudiese venir a tono con aquellos que un día ocuparon mi barrio: “Jamás habléis de lógica con los cubanos, pues esta implica razonamiento y mesura, y ellos son hiperbólicos y desmesurados”.

No era lógicoentender para aquellos primarios “callejoperrenses” quienes ponían bonita su cuadra más arriba, pero tampoco desacertado la intención de los emigrantes en el nuevo barrio más abajo, de hacerse notar frente a una clase media superiory obrera de bautenses bien orgullosa. Cuando los originarios “callejoperrenses” o “carrascoenses” vieron la desfachatez de los “extranjeros”, quizás pudieron sentirse indignados al ver como aquellos emigrantes del potrerillo se apropiaban de sus gentilicios a pocos metros. Me hizo recordar a Alberto (el Gallego), un día sentado en mi casa cuando me comentó de aquel Alcalde Jorge Godínez cuando nombró el otro Callejón de los Perros creado por la indisciplina social o aquel “Callejoncito”, con su nombre en vida.

En la Grecia antigua, los griegos usaron diferentes gentilicios y decían que eran “helenos”, los que fueron derribados con lanza y espadas en la batalla de las Termópilas, se denominaron así mismos como helenos. Para Homero, que en la Ilíada afirma, como las fuerzas griegas que asediaban Troya aparecen con tres calificativos disímiles: los argivos, los dánaos y los aqueos, pero no dejan de ser puros griegos. Igual cierto mambí procedente de que llegó en la invasión a Bauta

En la República los de Bauta bien pudieran ser hoyocoloraenses por aquel Hoyo Colorado que salía en el libro del Censo de 1943. Hoy sería mejor nombrarse bautenses y derivarían en un variopinto de gentilicios microscópicos, como: yumurienses, santaemilienses, belicaenses y hasta en cubalinenses, esta última por aquella compañía petrolera Cuban Line Corporation, que había en una loma cerca del pueblo y derivó en un barrio urbanizado por el cubaneo popular comoCubalina.

Pero para el Alcalde Godínez en 1946, nunca imaginaría que quizás basura y alcaldía era sinónimo de callejón o potrerillo, quizás ni sabía qué en los siglos pasados en el mediterráneo, el «heleno» adoptó un significado más extendido, refiriéndose a los pueblos civilizados, en contraposición con el término bárbaro, que aludía a los incivilizados, pero el lío “armado” entre los “callejoperrenses” y “carrascoense” del este contra los del oeste bautense había que arreglarlo un poco en aquel siniestro lugar donde todos querían ser los “helenos”, tan propenso a verter basura, donde ya se habían asentados algunos emigrantes y puso su nombre “Jorge Godínez” a aquel “callejoncito”.El Alcalde no quería lío en el pueblo, al menos para las próximas elecciones. Entonces los del oeste, comenzarían a nombrarse muy orgullosos con el gentilicio del Alcalde como “godinenses” y los emigrantes pinareños en la zona ocupada del oeste comenzaron a insinuar que les resultaba más interesante, que podrían pasar ahora hasta por “londinenses”.

Podríamos hasta aceptar un día que alguien nos insinúe en mi barrio que somos “godínenses”, como bien me afirmó Alberto (el Gallego), o “carrascoense” como un día me insinuó el poeta Carlos Jesús, que tanto admirara al poeta masón Julio Carrasco, nombrado como un poeta del dolor.

Frankyaunque no le gustaba la poesía admiraba al poeta del dolor y tiene razón cuando escribe cuentos de emigrantes como: “RememberClifford”, y aunque aquí tenía un variopinto de gentilicios antes de emigrar, ahora tiene otros y dice que: “quizás sea aprendiz de “montrealense” o de escritor “montrealense, y parte de esta ciudad es a través de lo que escribo y leo, que nada o poco tiene que ver con Montreal”.

Como mismo José Ramón (Cajetilla) siente orgullo por su gentilicio y no lo olvida, en Miami fue a un concierto de un destacado músico cubano que tiene familia en nuestro barrio y le “gritó” desde el público muy orgulloso: “¡La Gente del Callejón de los Perros!”, y el cantante comenzó a buscar “aquel” que dijo el nombre del barrio suyo también y al identificarlo, lo abrazó con alegría y recordó de seguro cuando jugaban juntos baseball en el terreno de la Vallita o Cayo de la Rosa, donde Cajetilla terminó cantando y bailando en aquel emblemático concierto, junto al cantante y compositor cubano.

La misma sensación del gentilicio la tuve hace unos días, cuando el bloguero Manuel Alejandro, me dijo que tenía algunos “seguidores callejoperrenses” que compartían mis post por Twitter sin yo saber… y estaba en lo cierto, si entendemos que mi Blog es El Callejón de los Perros.

Tampoco Yeney y Mayelín, aunque emigraron y sean ahora unas miamenses en todo su esplendor dejaría de identificarse con el gentilicio del barrio. Igualmente, Ediel (El Pulga) emigrado en Barcelona y Eduardito por San Sebastián, quienes adoptaron nuevos gentilicios, nunca dejarán de ser “callejoperrenses”, aunque ahora se consideran barcelonistas porque le van a Messi cuando juega en el Barcelona, como mismo mi antiguo vecino el bautense Emilio Ichikawa es también un “callejoperrense” o un “carrascoense”que seguro leyó muchas veces al poeta del dolor Julio Carrasco. Lo sabe igual Raulito en Tampa, quien se considera con orgullo del Callejón.

Franky tiene mucha razón cuando me dijo desde Montreal: “Aquí los latinos decimos montrealenses y los de la provincia de Quebec, quebecuás o quebecos”. Yo nunca me he preguntado si me siento montrealense o no, vivo aquí y ya, ahora funciono en modo montrealense anglófono, no sé si sienta sentimientos de pertenencia a esta ciudad que sin dudas me ha dado mucho, Montreal es una ciudad amable, aquí el capitalismo fluye sin agresividad, no sé quién me roba mi plusvalía, pero eso no me importa, mi ladrón de plusvalía es todo un caballero y hasta me permite soñar con un “futuro mejor””.

La última vez que vino, estuvo aquí en mi casa dentro del Callejón de los Perros, conversamos mucho. No sabría cómo identificarlo a él, si caimitense o guayabalense. en su condición de emigrante honorario y prestigioso,en estepotrerillo urbanizadosería todo un“callejoperrense”, ya que varios amigos tiene por aquí, que le estiman, que bien podría darle el título honorifico de Hijo Ilustre del barrio o del potrerillo godinense, aunque ahora él sea todo uncaballero canadiense.

Si le aplicamos nuestra lógica matemática, decimos con orgullo que somos de todo un poco, somos hasta “helenos” como la lógica del cubaneo y propensos a incrementar nuestros gentilicios, si por casualidad mañana me mudo para Antillas, en Holguín, donde sería un antillense y eso el pintor Ezequiel Sánchez Silva lo sabe. Sin dudas estos “callejoperrenses” diseminados por el orbe, seguirán asumiendo su gentilicio nativo y siendo “cubanos” en todo su esplendor, como mi buen estimado amigo Franky, estén todos donde estén.

Denys San Jorge Rodríguez

Callejón de los Perros

Noviembre 2016

FOTO 1. Antiguo «potrerillo» en 1935, devenido en Callejón de los Perros y Julio Carrasco a la fuerza por un grupo de emigrantes pinareños, después calle Jorge Godínez. Hoy mi cuadra (Callejón de los Perros). Vista de la esquina de la zanja.