Bauta: Con cariño y amor fraternal[1]
POR Denys San Jorge
Dijo el Apóstol y Hermano Masón José Martí, que: “No se pueden hacer grandes cosas, sin grandes amigos”[2], en esa frase, que nos lleva a la unión, ha estado intrínseca la fuerza de emprender grandes proyectos dentro de la sociedad.
Bauta, desde aquellos años de las Guerras de Independencia fue testigo de esta y de la importancia de la amistad. Bien los supo el Q:.H:. Esteban Delgado, quien anduvo siempre junto a su primo Baldomero Acosta y un día se unió como mambí del Regimiento Goicuría a las huestes de Maceo en el Cayo de la Rosa[3]. Desde ahí sería importante el unirse para defender la libertad entre los hombres y tiempo después, en los mismos albores de la República, gracias a la unión entre los oriundos de aquel pueblo nombrado también como Hoyo Colorado y de emigrantes que llegaban, comenzaría a desarrollarse un pueblo desbastado por la guerra.
También afirmó José Martí, que: “El cariño es la llave del mundo”[4], y sabía también de la importancia de la Fraternidad. Ambasmáximas martianas, sin dudas las tuvieron presente, aquel grupo de masones fundacionales de este Taller que iban a la Logia “Fraternidad y Constancia” de los valles de Punta Brava, cuando a finales de 1914, decidieron fundar un Taller propio en los valles de su “Hoyo Colorado”.
¿Por qué se unirían? Que mejor motivo que mostrar cariño fraternal en el progreso humano y fortalecer así la unión entre los hombres para con un pueblo y la sociedad cubana. Comenzarían entonces a sesionar bajo este estandarte y los postulados masónicos. Fue en la noche del 27 de febrero de 1915, en la calle real número 33, cuando quedó constituida la R:.L:. Salvados Cisneros, bajo el simbolismo de la escuadra y el compás. Dirigidos por el Maestro Braulio González, acompañado delos hermanos Emiliano Morales, Antonio Fraga, Salustiano Felipe, José A. Menéndez, Manuel Rabelo, Emilio Cañal, Julio Carrasco, Juan F. Trevejos, Luis Miguel Castillo, Esteban Delgado Acosta y Avercio Valdés, comenzarían así a enorgullecer a un pueblo con el significado del salmo 133 cuando dice: “Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía”.
Durante la historia de esta Colmena, tres miembros de este Taller, se conocieron y fueron amigos de pensamiento y hermandad, ellos me han fascinado inmensamente, como ejemplo de fraternidad y de progreso intelectual, Washington Guerra Miranda,René Valdés Acosta y Julio Carrasco Herrera. Tres masones devenidos en destacados oradores e intelectuales con una labor interesante quienes publicaron en diferentes publicaciones y enorgullecieron a este pueblo.
En aquella primera Sesión de 1915, solicitaría su ingreso Washington Guerra. Años después ya como un destacado ciudadano y masón, un 6 de enero de 1943, se presentaría como secretario de la Delegación de los Veteranos del pueblo en el Cementerio local,en un día en que “Bauta, fue testigo de una hermosa demostración de fervor patriótico”, (así mostraba una revista Ariguanabo)[5]. Un homenaje a aquel día de emancipación y de simbolismo donde los restos de los Veteranos de la Guerra de Independencia, se llevaban al camposanto local, a un fastuoso Panteón construido por cuestación popular, por el balear Francisco Canet, radicado en Bauta, y el Q:.H:.Washington Guerra, comentó en aquel lugar de honor y gloria donde descansarían los valerosos mambises por la eternidad, donde su padre el Coronel Carlos Guerra Agüero, también se enterraría ahí ese día.
El Q:.H:. Rene Valdés Acosta, se inició en 1928 de manos de Washington Guerra en esta Logia y quien fuera un destacado intelectual, en una revista Ariguanabo mostró que: “Bauta, es una emoción. Bauta es todo cariño y cordialidad, todo recuerdos y veneración para su pasado, y así se transparenta en cada uno de sus actos y en todas las manifestaciones de su espíritu”.Un bautense que amó a su pueblo y le dedicó cuantiosos ensayos y el libroCon la Kodak del recuerdo y los Viejos Cafés Bautensespublicado en 1944, con prólogo de Washington Guerra, quien la califica como “la primera piedra angular de la historia de Bauta”.
Con la Kodak… mostraba la Bauta que emergía en los nuevos cimientos restaurados con el tesón y la voluntad de buenos hombres y mujeres criollos y otros emigrantes de pueblos cercanos y de otras naciones que fueron llegando a la comunidad durante la primera mitad del siglo xx nucleándose en torno a sus sueños, quienes fueron fundadores de un nuevo pueblo, con sus Logias, asociaciones fraternales y de distintas sociedades.
Recuerdo con infinita pasión como siempre el poeta y escritor bautense Carlos Jesús, un fiel admirador de lo mejor de la poesía latinoamericana, me decía que Bauta, también tenía para su orgullo, un busto de bronce en su parque municipal, de un poeta del dolor.
Entonces iba y se detenía frente al busto de aquel otro poeta cubano Julio Carrasco Herrera, que se encuentra hoy ahí en el centro de nuestro pueblo, y muy orgulloso me comentaba que cuando un pueblo, en su parque tenía el busto de un poeta, era un pueblo inteligente, un pueblo que tenía el derecho de ser libre y respetado. Era un pueblo que admiraba la cultura y la poesía por encima de todo. Entonces este busto, era para mi amigo Carlos Jesús, su orgullo local, donde siempre decía. «En mi pueblo, hay un busto de un poeta de Bauta».
Técnicamente el poeta Julio Carrasco, no había nacido aquí, pero si pertenecía por completo a Bauta. Había nacido en San Juan de los Remedios, el 26 de julio de 1870 y se asentó a inicios de siglo XX en este pueblo. Pero, ¿qué es un poeta del dolor? Sin dudas, dolor y literatura van cogidos de la mano, donde la vida marca penurias, sufrimientos y enajenaciones, ahí donde el dolor convoca las más tristes soledades y difíciles inspiraciones.
Carlos Jesús, sabía que Carrasco, fue un bardo «tierno, melancólico y sentimental; cantor del dolor y de la tristeza en forma clara y sencilla; poeta popular»[6], ytenía estas mismas características, acerca del dolor de la vida reflejado en la literatura. Fue el primero que me habló de este poeta “del dolor”, y tenía un elevado orgullo por aquel busto, realizado por el escultor cubano Crispín Herrera[7] e inaugurado el 10 de octubre de 1947. Para 1947, existía la Logia A.J.E.F. Julio Carrasco Herrera y cuando se devela este busto existían los dos libros de poesías de Carrasco titulados: “Dolorosas” y “Gotas de Tinta”, que lo perpetuaron como un “Poeta Ilustre”, entre sus contemporáneos. Libros hoy desaparecidos y desconocidos.
Para cuando Carlos Jesús publicó en 1997, Escritores en Bauta[8], aquel ensayo donde mencionaba a varios autores bautenses no pudo dejar de empezar por este y mostraba en sus inicios: «En el parque, bajo la sombra, casi oculto a la mirada del transeúnte distraído, hay un busto del poeta Julio Carrasco (fallecido el 20 de agosto de 1928), como un recuerdo persistente que se niega a ser presa del olvido». «Triste, abatido, con el dolor y la amargura de su infortunio, era aquel hombre bueno, melancólico y meditabundo». «Comprenderás mi pesar, mi angustia y padecer, cuando tú quieras tener, lo que no puedes lograr»[9].
Para el profesor bautense Heriberto González Torres, Carrasco: «Fue uno de esos hombres de vida fecunda, que a fuerza de sacrificios, amor y cariño, logran hacer de ella surco fructífero, amor que construye, reja que ara, faro que alumbra; seres que al pasar por la vida, integran el grupo de los que fundan y crean, de los que siembran recuerdos, haciendo que sus vidas sean culto en las almas y corazones de quienes convivieron con ellos y de los que le conocen a través del recuerdo magnífico de sus obras»[10].
También el historiador René Valdés Acosta nos muestra como Carrasco Herrera, fundó “El Progreso de Bauta” y según el bautense Aldo Alpízar: “El hijo predilecto de Venus, el muchacho por Minerva consentido nunca fue favorecido por Hércules y si mirado con recelo. Aquella naturaleza sensible y de mente preclara fue puesta a resguardo en infame cáscara. Como el Quasimodo de Víctor Hugo una masa excedente coronaba su espalda y como si no le bastara, con el tiempo, una recurrente hidrocele se enseñoreó de sus testículos acrecentando sus angustias y descompensando suequilibrio emocional; obligándolo de este modo a la renunciación y al aislamiento en su hogar”[11].
Cuando comencé a investigar para la realización de mi novela “Avenida Dayton Hedges”, sobre el Batey de Cayo de la Rosa y su extinta Textilera Ariguanabo creada por el empresario norteamericano Dayton Hedges, fue grato registrar en esa gaveta que es la memoria y el olvido, trayendo sin dudas emocionantes sorpresas y para mi asombro encontré varias revistas Ariguanabo, que mostraban con orgullo acerca de la masonería, las Hermandades y la Logia Salvador Cisneros, donde este norteamericano era Miembro de Honor.
En el enclave textil, la masonería bautense era fundamental, muy respetada y existían fuertes vínculos de amistad. Como mismo entre telares se vivían aires de hermandad y pasión por el algodón que ahí se procesaba, en cada revista Ariguanabo, se daba publicidad a los eventos organizados por la masonería bautense con infinito orgullo. Puede resaltarse ahí los textos de René Valdés Acosta y del Q:.H:. Oliverio Sánchez, quien era una fuerte columna en esta publicación, dando eco de los Ajef, de las Hijas de Acacia y de Salvador Cisneros. Sin dudas estos hallazgos desde mi perspectiva profana hicieron crecer mi interés aún más por la masonería. ¿Qué era la fraternidad? ¿Por qué se unían? ¿Quién era René Valdés Acosta? ¿Quiénes eran estos obreros e intelectuales que hablaban con orgullo de sus hermanos y los aportes a la sociedad bautense?
Con cariño y amor fraternal recordamos a estos hermanos, que enorgullecieron este Taller, quizás algún día deba reimprimirse Con la Kodak del recuerdo y los Viejos Cafés Bautenses del hermano René Valdés Acosta. Bien lo sabe el querido hermano Luis René Arzola cuando plasmó. “Ojalá algún día podamos reeditar “Con la Kodak del recuerdoy los Viejos Cafés Bautenses”. Estoy seguro que se convertiría en el libro de cabecera de todos aquellos, que estemos donde estemos y seamos lo que seamos, llevamos dentro de nuestro corazón este pedacito de Cuba llamado Bauta”[12].
Los bautenses también deben saber más sobre la oratoria y los escritos de Washington Guerra. Aunque el poeta Julio Carrasco Herrera es un poeta inédito, bien local y muy poco divulgado entre sus contemporáneos, las generaciones posteriores tienen el deber de estudiarlo un poco más a profundidad. El nos mira hoy en su silencio, desde la elipsis del bronce cada día, a los bautenses que rozan su mirada inerte, sin haber leído estos quizás, sus poemarios en el silencio del olvido.
La Respetable, Benemérita y Centenaria Logia Salvador Cisneros de Bauta, hoy esta de festejos emanando todo su cariño y amor fraternal. Bien lo afirmó José Martí, cuando dijo:“El cariño es la llave del mundo”[13]. Esta Logia, honra sin dudas a Cuba y al Apóstol José Martí. Honra a la masonería cubana y universal. Sus fundadores en aquellos inicios de la República, nunca hubiesen imaginado que su Taller cumpliría un siglo después, 102 años de fundado, por donde han pasado los hijos de Bautay aquellos tres intelectuales en el espacio del tiempo, que enaltecieron el significado del salmo 133 y que supieron usar e inspirarse desde sus letras y con su pluma en mano, defendiendo con lo mejor del pensamiento intelectual desde Bauta,la libertad, la igualdad y la fraternidad de los hombres.
Callejón de los Perros/Bauta
Marzo/2017
[1] Texto leído, domingo 5 de marzo 2017, en el 102 Aniversario de la Logia Salvador Cisneros, Bauta, Artemisa, Cuba.
[2] Valdés Galarraga, Ramiro: “Diccionario del Pensamiento Martiano”, Ciencias Sociales, 2012.
[3]Alpízar, Aldo: “Maestro: Braulio González Rosa”. Texto inédito, leído en Resp:. Logia Salvador Cisneros, Bauta.
[4] Valdés Galarraga, Ramiro: “Diccionario del Pensamiento Martiano”, Ciencias Sociales, 2012.
[5]Revista Ariguanabo, Cayo de la Rosa, 1943.
[6]Sánchez López, Luis María. (1985). Diccionario de escritores colombianos, 3ª. Ed., Bogotá, Plaza &Janés, pp. 394-395.
[7] Según Ursulina Cruz Díaz, en su Diccionario Biográfico de las Artes Plásticas, este fue un destacado escultor cubano, nacido en 1896 en La Habana, con obras como “Aguadora” en madera y “Máter Dolorosa” en yeso patinado que se conservan en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba.
[8] Cabrera Enríquez, Carlos Jesús: “Escritores en Bauta”, periódico el habanero, 29 agosto de 1997, La Habana, Cuba.
[9]Ibidem
[10] González Torres, Heriberto: “Julio Carrasco Herrera”, periódico Orientación, julio 1959, Bauta, Cuba.
[11]Alpízar, Aldo: “Maestro: Braulio González Rosa”. Texto inédito, leído en Resp:. Logia Salvador Cisneros, Bauta.
[12] Arzola, Luis René: “René Valdés Acosta, adalid de la memoria”, trabajo central presentado en la Logia Salvador Cisneros el 4 de marzo de 2012.
[13] Valdés Galarraga, Ramiro: “Diccionario del Pensamiento Martiano”, Ciencias Sociales, 2012.