Oggún o Hefesto contruyen un puzzle mecánico[1]
POR Yuray Tolentino Hevia[2]
Los destellos de las luces de nuestros padres marcan y guían el camino que, desde niños, desde el vientre materno, vamos a seguir. Sea cual sea la senda, en alguna de sus esquinas nos encontramos con esas personas a las cuales no solo nos parecemos genética y físicamente, sino en sentimientos, miradas o hasta en la manera de caminar. Denys San Jorge Rodríguez, cual mecánico del arte, ha tomado las herramientas de su padre para honrar su memoria y legado.
Denys fue el menor de los dos hijos del matrimonio de Jesús, mecánico chapista, y Marlen, ama de casa. Nacido el 7 de marzo de 1984 en Bauta, comenzó a los seis años de edad en los talleres de la Casa de cultura municipal, con los instructores Ezequiel Sánchez y Orlando Rodríguez López. Desde pequeño, su incipiente obra comenzó a dar de que hablar; obteniendo diferentes premios y menciones en concursos provinciales, nacionales, y un en un concurso de pintura en la India, en 1996. Estudió en la Academia de Bellas Artes de San Alejandro desde 1999 hasta el 2004. A partir de ese año y hasta el 2012 sería profesor de grabado, especialidad que cursó en dicha institución.
La obra de Denys San Jorge Rodríguez está marcada por una gran imaginación y destreza. Lúdica, figurativa, ingenua y filial son las piezas que a manera de puzzle arma sin dejar de ser el hijo de papá. Es la fotografía el medio artístico en el cual se expresa fundamentalmente. Paisajes antibélicos que denuncian el horror de la guerra a través de los ojos de un niño-grande; un niño-hombre-artista que construye a partir de tuercas, remaches, pinzas, metales e instrumentos que combinados pueden llegar a ser un arma; escenas híbridas llenas de color local y universal. He aquí piezas que primero son instalaciones y luego fotografías; de ahí que Los juegos de guerra de San Jorge traen un mensaje de paz y unidad. Entre ellas destaca La Virgen de papá y mi sueño con el Cobre, obra obsequiada al papa Francisco en su visita a la Isla.
En 2008 expondría, por vez primera, quince fotografías en blanco y negro donde utilizaba los instrumentos de trabajo de su papá. Escenas antibélicas que potencian un estado de aprensión ante lo que puede venir, si la guerra nos tocara. Memoria familiar cargada de símbolos y recuerdos. Desarme cambiaría la visualidad de su obra hasta el presente. Ese mismo año exhibiría El espía francés a unos kilómetros del campo de concentración, en la Casa Lezama Lima.
Otras exposiciones, realizadas en 2009 en México, siguen siendo hasta el presente significativas en su carrera: Habana tomada, en la Galería de la ciudad de Tecate, Baja California. La muestra fotográfica jugaría entre el kitsch, lo nacional y el comic americano al descontextualizar ambos referentes en un acercamiento cultural entre el pueblo norteamericano y cubano. Con Cambio de estado, realizada y expuesta en San Pancho, daría un carácter tridimensional e instalativo a su carrera.
Denys es miembro de la UNEAC y cuenta con catorce exposiciones personales y más de cuarenta muestras colectivas; entre las que sobresalen: I like America does america like me, en el Instituto de Cultura de la Ciutat d’Olot, Cataluña, España, y Desde la piel de Eva, con los ojos de Adán, en el Salón de la Plástica Mexicana, México, D.F.; ambas exhibidas en 2008. En 2013 participó en el evento POSIT 3 en la Galería Collage Habana.
Importantes museos ya atesoran sus piezas; entre ellos el Museo Nacional de Bellas Artes; de Arte Cubano de Maximilian Reiss, en Viena, Austria; el Museo Internazionale Dinamico di Arte Contemporanea, Belforte del Chienti, Macerata, Italia, y en colecciones privadas en Canadá, España, México, Italia, Alemania, Holanda, Estados Unidos, Austria y Cuba.
Incansable y con horizontes nuevos cada día despierta San Jorge. Desde 2012 lleva adelante el proyecto Mezcla, en la Biblioteca Municipal. Una peña de arte que como el nombre indica, une todas las manifestaciones. Entre los invitados han estado presente el ya fallecido Premio Nacional de Artes Plásticas René de la Nuez y el Premio Nacional de Literatura Eduardo Heras León; así como importantes críticos de arte, ensayistas, artistas como el doctor Rafael Acosta de Arribas; Nelson Herrera Ysla; Virginia Alberdi, Ares, los coleccionistas cubanoamericanos Emilio Cueto y Jesús Fernández Torna, presidente de la Fundación Torna & Prado Fine Art Colection de los Estados Unidos.
Pero San Jorge no es hombre de amarrar su barca a un solo puerto; de ahí que en los últimos años la investigación sobre la textilera ariguanabo fundada en 1931 en Cayo de La Rosa en Bauta, le este robando el sueño. Cuenta ya con la novela inédita Avenida Dayton Hedges; con más de diez mil fotografías, objetos y publicaciones cubanas y norteamericanas de la época y con el documental: Cayo La Rosa: un paraíso textil, en proceso de trabajo. A la vez que da continuidad a su interesante serie Bauta Long Playing. Esta vez ha tomado el disco de vinilo como soporte, debido a su nivel de fidelidad en la reproducción; estableciendo una analogía entre el sonido y la memoria histórica. A través de fotografías de época, captura y trae al presente importantes acontecimientos que influyeron en el desarrollo cultural, social y político de su municipio. Combina y reproduce el ayer entre fotografías que van del sepia al blanco y negro. Bien sabe que el nivel de ruido en las grabaciones en estos discos era muy bajo; de ahí que también recuente la épica de la revolución en Bauta. El Ché, Camilo, el Comandante Bernabé Ordaz, Fidel, fueron algunos de nuestros líderes que estuvieron allí; en esa Textilera Ariguanabo que rescata de la desmemoria, pues giraron a más de 78 RPM el destino de la nación.
Fiel seguidor de la ruta del padre Gaztelu es Denys, quien en 2018 acaba de obtener el Tercer Premio en la 13 Bienal de Fotografía de Artemisa con la Serie: Rescatando los recuerdos. Cinco fotografías sobre cartulina que grafican la Bauta del siglo pasado. Con orgullo asume ser ese fotorreportero, que tal parece «estuvo ahí»; situado en el punto más nítido de la memoria para mostrarnos la noticia de la primera ambulancia que tuvo el pueblo, los centros escolares o el histórico tanque que los nacidos en Hoyo Colora’o asumen como patrimonio local.
Multidisciplinario y experimentador es este creador para el cual el tiempo es un puzzle artístico que siempre lo mantiene activo, y dando los acordes que lleva la memoria. A veces con el traje de Oggún o Hefesto; con el del paleontólogo que necesita el ayer para afianzar las vigas del futuro. Lo cierto es que con un solo traje: de laboriosidad y arte, Denys San Jorge Rodríguez no deja de ser el hijo de su papá y de Bauta.
[1] Artículo publicado en el Tabloide Noticias de Arte Cubano. Agosto 2018, p.11.
[2] Guionista del programa televisivo Signos